martes, 23 de agosto de 2016

Este es el segundo CUENTO CLÁSICO ARGENTINIZADO que les comparto…

“De Brujas y Dragones”
(Publicado en la Revista Umbral de julio del 2014)

Había un reino donde Dios enviaba a aquéllas almas que en vidas anteriores se habían portado mal. Bueno, en realidad, a esas almas las enviaba a que renazcan en la parte del reino llamada conurbano, donde la gente sentía estar viviendo en una película de terror: lugares oscuros por todos lados (por los cortes de luz), ruidos extraños y gritos espantosos (por los tiroteos y asaltos) y monstruos acechando en cada rincón esperando devorar a alguna víctima desprevenida (que, en general, eran chicas jóvenes que desaparecían o que aparecían violadas y muertas y que, según la policía, se fueron con sus novios).
Como en todo cuento, había una bruja malvada que hechizó los ahorros y dólares para que se convirtiesen en pesos y que invocó a una legión de monstruos (chorros, violadores y asesinos) para que atacaran al pueblo. Otro de sus hechizos hizo que en las tiendas y supermercados los productos saltasen, escapándoseles a los clientes de las manos, hasta llegar a una altura en la escala de precios que nadie podía alcanzar.
Por razones que nadie se explica, la bruja malvada había llegado a ser reina del lugar; a pesar de que luego nadie quería reconocer haberla votado. A su lado, tenía un séquito de ayudantes que dirigían a los demonios en las distintas áreas del castillo: el jefe del engaño (encargado de administrar la nueva ley de medios), el jefe del odio al pueblo (encargado de rebajar las condenas, administrar las excarcelaciones y prohibir que la policía encierre a los monstruos); y otros jefes demonios encargados de hacer que todos obedezcan las locas decisiones de la bruja malvada.
Un día, un valiente caballero llegó al reino, decidido a pelear por la verdad y la justicia; aunque las únicas armas que tenía eran sus investigaciones periodísticas (que hacían de escudo ante los mentirosos ataques del enorme dragón que el jefe del engaño había lanzado contra él) y sus palabras (tan verdaderas como hirientes para el enorme dragón, que estaba formado por insultos, propaganda, falsedades y discurso oficial).
Una vez, siguiendo el rastro de un estafador que se quedaba con el dinero del pueblo, el caballero llegó hasta el castillo de la bruja malvada, y descubrió que el difunto rey y ella levantaron su castillo con el oro obtenido por medio del saqueo sistemático del reino; por lo que varios jefes demoníacos acusados de enriquecimiento ilícito fueron reemplazados por otros tan criminales como ellos mismos. Podría llamarse “La Historia Sin Fin”.
Malherido el dragón del discurso oficial, y debilitado el fuego que escupía (que estaba formado por mentiras y palabrería para engañar al pueblo), los habitantes del reino pudieron abrir los ojos. Algunos siguen apoyando a la bruja, pues viven de una pequeña parte del saqueo, que la bruja hace repartir entre sus secuaces ahora organizados en cooperativas. Pero otros esperan con ansias el año 2015, para poder hacer corte de boleta u optar, lisa y llanamente, por otro partido.


FIN

Victor Gabriel Pardo

Derechos Reservados

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